"sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres" (RV60)
"sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, llegando a ser a semejanza de los hombres" (Biblia Textual)
(Filipenses 2:7)
La palabra griega kenosis habla del acto de despojarse a sí mismo que el Hijo de Dios experimentó al abandonar su estado de gloria y grandeza sin límites. Las Escrituras enseñan que Jesús literalmente se vació para llegar a convertirse en uno de nosotros. Los creyentes en Cristo debemos comprender que nuestro amado Señor, siendo el glorioso Rey del universo, tomó la forma de siervo (gr. doúlos lit. esclavo) para que llevara a cabo el plan de redención de su pueblo y cumplir los designios de Dios el Padre.
En nuestra vida, podemos experimentar una verdadera kenosis espiritual cuando destronamos el "yo" personal y lo degradamos hasta el nivel más bajo de nuestro ser. Desde luego no todos estaremos dispuestos a comprender si Dios es quien nos haga experimentar esta kenosis para no caminar con ínfulas de reyes sino más bien de siervos. Nuestra verdadera kenosis consiste en dejar atrás y para siempre nuestra vieja manera de vivir (Efesios 4:22) y ofrecer a Dios una genuina ofrenda kenótica (Romanos 12:1).
Contrariamente a nosotros Cristo no se despojó de ningún pecado sin embargo, a todos nosotros nos hace falta sufrir este despojamiento y no apropiarnos de ninguna gloria porque del Señor es la gloria eternamente. Amén.
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