Edinson León
(pastor-evangelista)
En la entrada anterior estuvimos estudiando y meditando acerca del mensaje a la iglesia de Efeso, vimos que dicho mensaje estaba constituido de tres partes: El elogio, la reprensión y el consuelo, hoy estaremos reflexionando en el segundo mensaje, a la iglesia de Esmirna. Es importante señalar algunas características antes de comenzar:
(1) Es el mensaje más breve de todos los mensajes que el Señor envía a las iglesias.
(2) No aparece ninguna reprensión en las palabras de Jesucristo a esta iglesia.
(3) Es la única ciudad que subsiste hasta hoy en la moderna Turquía.
Dice el mensaje: "Y escribe al ángel de la iglesia en Esmirna: El primero y el postrero, el que estuvo muerto y vivió dice esto: Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tu eres rico), y la blasfemia de los que dicen ser judíos y no lo son sino sinagoga de Satanás."
Cristo se anuncia en su mensaje con dos características propias de su persona y su obra, primero dice ser el primero y el postrero, es decir, el primero de todas las cosas, el Dueño de preeminencia, esta es una expresión que designa su eternidad como una cualidad intrínseca. Cristo no fue dotado de eternidad sino que él mismo es desde la eternidad y así permanecerá para siempre (Hebreos 13:8). Fue el primero en ser destinado a morir una muerte violenta y primero en quedar en pié cuando todos sus enemgios sean puestos como estrado de sus pies. (véase, 1Corintios 15:25-28) La segunda característica es con relación a su obra pues dice: "...el que estuvo muerto y vivió...". Esta es una alusión directa a su resurrección, la cual es mencionada con el porpósito de traer aliento a la iglesia, hoy esto es para nosotros, pues la esperanza más gloriosa y benefactora de la obra de Jesucristo es su resurrección como garantía de la victoria final sobre las huestes infernales y la perversión de este mundo.