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domingo, 25 de julio de 2010

Meditando en la Palabra de Dios: El Mensaje a la Iglesia de Pérgamo

por:
Edinson León
(pastor-evangelista)

En las entradas anteriores, estudiamos y meditamos el mensaje a las iglesias de Efeso y Esmirna, en ambas reflexionamos acerca de la condición espiritual de dichas congregaciones y aplicamos ese mismo mensaje a la iglesia de hoy. En esta entrada estaremos meditando en el mensaje que Jesucristo tiene para los creyentes en Pérgamo quienes son los destinatarios de esta misiva. Así como a la iglesia de Efeso, vamos a dividir este mensaje en tres partes.

El Elogio

"Y escribe al ángel de la iglesia en Pérgamo: El que tiene la espada aguda de dos filos dice esto: Yo conozco tus obras, y donde moras, donde está el trono de Satanás, pero retienes mi nombre y no has negado mi fe, ni aun en los días en que Antipas mi testigo fiel fue muerto entre vosotros, donde mora Satanás." (Apocalipsis 2:12, 13)

La primera parte del mensaje consta de algunas palabras de elogio, y tal como es característico en las otras cartas, se describe alguna cualidad  por parte del Autor del mensaje, en este caso, El es el portador de la espada aguda de dos filos. En el griego esta frase se descompone con mucho énfasis así: la espada, la de dos filos, la aguda. La expresión: "...donde moras está el trono de Satanás", puede ser una alusión a la famosa escuela de medicina donde el dios Esculapio era venerado con mucho ahínco, esta deidad pagana tenía como insignia una serpiente, en este lugar se mezclaban tanto la medicina como la superstición. Vivir en un lugar lleno de maldad y paganismo comportaba absoluta fidelidad por parte de los creyentes.

En el v. 13 aparece el verbo retener o retienes (gr. krateís = tener bien asido), esto implica agarrar con mucha firmeza, cueste lo que cueste el nombre del Señor, aunque el imperio romano proclamaba por todo el territorio imperial "César es el señor", los cristianos a costa de su propia vida proclamaban: "Cristo es el Señor", dando cumplimiento a las palabras de Cristo: "...y no negaste mi fe". Así era como los cristianos retenían el Nombre del Señor Jesucristo. Hoy como en la mayor parte de nuestra América, la iglesia disfruta de todas las libertades, aquellas persecuciones sangrientas de los emperadores han cesado, pero tal parece que es más difícil ser un cristiano consagrado a Dios en un mundo de comodidades que en lugar donde todos los días tu vida pueda correr peligro a causa de tu fe. En este sentido los creyentes de la iglesia en Pérgamo estaban dando muestras de su compromiso fiel con Jesucristo.
  
Esa fe realmente fue probada cuando Antipas sufrió martirio en ese lugar terrible, es decir, donde mora Satanás. Algunos opinan que probablemente Antipas fue pastor de la iglesia en Pérgamo y que murió durante el reinado Domiciano, los creyentes de Pérgamo afrontaron esta terrible circunstancia sin negar su fe y reteniendo el estandarte del Nombre del Señor en medio de esa dura batalla.

La Reprensión

"Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación."

En esta parte del mensaje vamos a observar algunos detalles dignos de resaltar y aplicar. Veamos que esta es la primera iglesia a la cual se le reprocha por consentir las falsas doctrinas y el pecado. "...pero tienes ahí a los que retienen", es decir, permites que ellos se queden en comunión con ustedes, y se usa como ejemplo la historia del falso profeta Balaam el cual se dejaba "comprar" de Balac para maldecir a los hijos de Israel, el tropiezo al cual hace alusión el texto son las cosas sacrificadas a los ídolos y cometer fornicación, esto es la causa de la reprensión de Cristo, ¡CUIDADO CON LA MUNDANALIDAD!, la iglesia en esta época también debería prestar mucha atención al mensaje con el cual Cristo le habla a su pueblo, esto no fue simplemente para aquella época, hoy más que nunca la iglesia del siglo XXI languidece espiritualmente, a causa de la gran cantidad de engañadores y falsos maestros que usan los púlpitos para estrujar, lastimar y corromper al pueblo,  Cristo dice: ¡No lo permitas, no los tengas dentro del rebaño! Son piedra de tropiezo.

Nótese interesantemente cómo una doctrina perversa conduce a una praxis perversa de la fe, es decir, los que retienen (gr. kratoúntas = agarrar con firmeza) la doctrina de Balaam que enseñaba a comer sacrificios idolátricos y como consecuencia de ello, la fornicación, (pues la idolatría es la madre de la fornicación), de modo que no basta con ser ortodoxo, se necesita consagración a Dios en medio de todo tipo de mundanalidad. Aquí hay otra referencia a los nicolaítas, un grupo herético del primer siglo cuya doctrina permanecía dentro de la iglesia y los conducía a la perdición, pero es preciso señalar que en 2:6 la iglesia de Efeso aborrecía las obras de los nicolaítas, mientras que la iglesia en Pérgamo consentía su doctrina y por ende sus obras.  
Posteriormente hay una invitación a cambiar de mentalidad, dice el Señor: "Por tanto, arrepiéntete...", expresión en sentido general hacia los creyentes de Pérgamo y para todos los creyentes de todas las épocas, pues cuando hay una declinación espiritual y una peligrosa tolerancia del pecado y de las falsas doctrinas no puede haber otro mensaje para la iglesia, luego el Señor anuncia un juicio inminente, si la iglesia persiste en su pecado, Jesucristo les dice: "...si no voy a ti pronto y pelearé contra ellos con la espada de mi boca".   (Nuevo Testamento Textual), ésta es una clara alusión a los falsos maestros quienes afrontarán el juicio del Señor, todo esto debe resonar fuertemente en nuestros corazones y en los oídos de aquellos que defienden con uñas y dientes a estos agentes del error, ¡No seamos abogados del diablo!, ¡No defendamos lo indefendible!, que Dios tenga misericordia y conceda que se arrepientan muchos de aquellos que en la actualidad se han coludido en las prácticas aberrantes de muchos obreros fraudulentos que desdeñan las Escrituras y se han ido en pos de sus propias ideas caprichosas.

El Consuelo

Aquí encontramos las palabras a todos los vencedores de la iglesia de Pérgamo y en general a todos los creyentes de todos los tiempos. "Al que venciere le daré a comer del maná escondido...", (v. 17a), recordemos que el maná estaba escondido en el arca de Dios (Exodo 16:32-34), y que en el Nuevo Testamento es un tipo de Cristo, el verdadero pan que descendió del cielo (Juan 6:33, 35, 38) que vino al mundo para dar vida. Esta era una razón más que poderosa para abstenerse de comer lo sacrificado a los ídolos, luego nos dice: "...y le daré una piedrecita blanca y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe",  En la antiguedad se usaba una piedrecita (gr. psefos) para votar por algo que un individuo aprobaba (véase Hechos 26:10), la de color blanco era para absolver y la de color negro era para condenar. Sin embargo dice el Dr. Lacueva:

"...lo más probable es que Juan se refiera aquí a la téssera hospitalis = contraseña para el huesped, una piedrecita blanca, oblonga, que el anfitrión partía con la mano en dos mitades; wntregaba al invitado la mitad donde estaba inscrito el nombre del propio anfitrión y se guardaba la otra mitad, en la que estaba inscrito el nombre del invitado. Al llegar este al lugar del banquete, se presentaba su mitad y el anfitrión la juntaba con la otra mitad; si coincidían, la indentificación quedaba comprobada."1

Los nombres nuevos de todos los vencedores están en cada piedrecita, y siguiendo la costumbre romana de la téssera hospitalis Jesús nuestro Señor nos reconocerá como miembros de su reino santo. Quiera Dios hacer de usted, quien lee estas líneas, un vencedor por la gracia de Cristo y pueda recibir un nuevo status quo celestial.

Notas:

1 Francisco Lacueva, Apocalipsis Los Eventos del Porvenir según el Texto Bíblico, (Terrassa: Barcelona, Ed. CLIE, 2001) p. 63




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